Las acciones de la nueva adquisición de Elon Musk cierra con una caída de 9,67%.

Elon Musk ha tenido súbitas rectificaciones y cambios de crítica que han ido transformado el acto de hacer negocios en una labor compleja. Y más tratándose de una compra multimillonaria como la de Twitter, una operación valorada en 44.000 millones de dólares (unos 42.400 millones de euros al cambio actual). La compañía de Estados Unidos está comprobándolo de primera mano. El ser humano más rico de todo el mundo ha plantado el caos en el mercado este viernes al anunciar que deja congelado el consenso para la compra de la tecnológica, y después asegurar que sigue “comprometido” con la operación.

“Acuerdo de Twitter suspendido temporalmente a la espera de detalles que respalden el cálculo de que las cuentas falsas/spam en verdad representan menos del 5% de los usuarios”, ha escrito el magnate en un mensaje publicado en la misma red social de la que pretende ser propietario.

La actitud del mercado a aquellas palabras fue instantánea. Las actividades de Twitter llegaron a desplomarse alrededor de un 25% previo a la abertura de la sesión, hasta menos de 35 dólares, bastante por abajo de los 54,20 dólares por título que ofertó el propietario de Tesla y Paypal. Empero después han recuperado lote, en especial luego de que Musk, en aquel juego del minino y el ratón tan recurrente en él, haya lanzado un nuevo tuit en el cual plantea que está “todavía comprometido con la compra”. Con todo, las actividades han caído un 11% en la abertura de la sesión, el más grande bajón a partir de octubre del año pasado. Finalmente, han cerrado con un bajón del 9,67%, a 40,72 dólares, a pesar de que Musk da un 33% más.