Por: Ygor Cáceres
Se comenta en foros especializados sobre igualdad y derechos humanos en la vida diaria y administrativa de la nación, tanto desde estos últimos cuatro gobiernos democráticos consecutivos, que ya de por si es algo inédito en el que hacer nacional, en como son aplicados en el día a día, desde el cambio constitucional allá por la década de los noventas, que modificó el tipo de visión que tendrían los gobiernos sub siguientes, hasta los acuerdos internacionales que levantaron barreras de comercio y se cedió cierta autonomía a entes supranacionales para la resolución de conflictos.
Ahora bien, ¿hasta qué punto ha habido mejoras en todas estas gestiones para elevar el nivel de vida cuando sobre una gestión o gobierno saliente se tejen las clásicas dudas sobre el cumplimiento de sus metas?, ¿todas estas metas deben ser solo obra física como puentes, carreteras, sanidad, y seguridad?, ¿o también podremos pedir avanzar en áreas que sobrepasen lo más básico o elemental? Busquemos un planeamiento que permita prever a donde vamos como colectivo o conglomerado, pensando si será necesario ampliar el estado para lograr una mejor administración de los servicios, o a la inversa una reducción del aparato burocrático dando mayores poderes y facultades a las administraciones de la regiones para que de manera independiente pero no aislada se desarrollen conforme a las necesidades de cada área del país.
Creo que no puede pensarse en decir que la igualdad es solo tinta en el papel de la ley para creernos más civilizados sino creo que esa visión se debe de ampliar a áreas o temas más tangibles para la población como por ejemplo el servicio de agua y alcantarillado esté disponible en toda cuidad, por comentar un servicio que más que básico es esencial, y a este se le podrá agregar el servicio de energía, entre otras necesidades físicas más tangibles y reales que nos acercarían a una verdadera igualdad por solo poner uno o dos ejemplos perceptibles y cumplibles por una administración gubernamental sensata y realista.
Habrá que ordenar, organizar y evitar la conflictividad política tanto como la social, y aplicar la necesaria gerencia para buscar que el derecho a la igualdad sea un reto tangible de lograr.