Por Edwin Donayre Gotzch
Gran impacto en los medios castrenses ha causado la promulgación de la Resolución Ministerial N° 0248-2018 DE-SG del 23 de febrero de 2018, la misma que aprueba la activación el Arma de Inteligencia en el Ejército de Perú. La inteligencia militar es una disciplina empleada por las fuerzas militares del mundo desde tiempos inmemoriales y para ello seleccionan recursos y los dedican exclusivamente para tal fin.
Nuestro país no es la excepción pero es durante los años de lucha contra el terrorismo que se reconoce su vital importancia, potenciándose esta con la creación del Arma de Inteligencia en el Ejército, iniciándose un proceso de profesionalización y formación de cuadros para integrar esta nueva arma, aplicando tecnología de punta a cargo de profesionales que desarrollarían toda su carrera en el campo de la Inteligencia Militar.
El Arma de Inteligencia fue creada en 1991 y luego de casi 10 años de estar enfrentado amenazas internas y externas a la seguridad nacional, fue desactivada en diciembre del 2,000 supuestamente porque el terrorismo ya estaba “controlado”, afectándose irresponsablemente la organización profesional y principalmente la estructuración de redes de información; en julio del año 2008, durante mi gestión como Comandante General del Ejército y con la finalidad de optimizar las capacidades militares de la Fuerza, consigo la reactivación de tan importante arma del Ejército; lamentablemente en el año 2015 el ex presidente Ollanta Humala nuevamente desactiva el Arma de Inteligencia.
Me costaba trabajo creer como con tanta facilidad se podía anular un esfuerzo institucional de años, sin mayores argumentos y por el contrario con visibles intereses particulares; esta preocupación la he tenido como congresista de la república y la he expresado en cuanto foro estuvo a mi alcance, para hacer notar que existía la necesidad de restablecer el Arma de Inteligencia en el Ejército; por ello felicito al Tte Gral FAP (r) Jorge Kisic Wagner, actual Ministro de Defensa, por la acertada y patriótica decisión de autorizar la activación del Arma de Inteligencia quien a diferencia de sus antecesores actuó rápidamente.
Ahora el reto está en manos del comando de Ejército, al tener que proyectar la recuperación profesional y la organización del Arma de Inteligencia. Desde mi actual trinchera, en el Congreso de la República del Perú, recomendaré los mecanismos necesarios para impedir que a futuro se manipule la organización militar en busca de beneficios o intereses particulares que socaban la moral de una institución y la afectan operativamente.
*General de División en situación de retiro del Ejército del Perú, ex Comandante General del Ejército y actual Congresista de la República.
