Cuando el Congreso de la República vacó al felón Vizcarra, aplicando el artículo 113 de la Constitución por incapacidad moral permanente, salieron desbocados y angustiados los medios de comunicación a promover marchas de protestas, a sabiendas que los réditos serían usados por SL, MRTA y cuanto movimiento subversivo y vándalos asistieran, debilitando el sistema democrático de la nación, y donde por supuesto no faltaron los oportunistas como: Guzmán, Ollanta, Forzyth y Verónica Mendoza, esta última echada de las manifestaciones populares en la Plaza de armas del Cuzco.
Más del 70% de pulpines e infiltrados revoltosos, estaban en su vacilón, destrozando la propiedad pública y privada, saltando y bailando, pero no tenían la más mínima idea y menos algún argumento, político, legal sobre ¿Qué es lo que desean para el bienestar y desarrollo del país? Habían estado aguantados en confinamiento, en cuarentena y este fue un tubo de escape para su irresponsable cotidiana vida. Sumergida en la ignorancia sin ningún conocimiento de lo que significa la Constitución Política del Perú.
Abreviando, lo que los peruanos conocemos y asistimos, sobre la Vacancia al corrompido Vizcarra, luego la Asunción de Manuel Merino (víctima de la conspiración del empresariado mercantilista con la ultra izquierda terrorista), quien fue obligado a renunciar habiendo recibido la confianza de 105 votos con los que vacaron al corrupto. En este proceso, el primer poder del Estado, el parlamento, volvió a usar el procedimiento constitucional y en esta sucesión de sucesiones salió elegido presidente del Congreso el Señor Francisco Sagasti y que por aplicación legal de la Constitución asumió la presidencia de la República.
Pues simultáneamente el TC anunciaba la legalidad de la vacancia del genocida. Asimismo, la acertada aplicación del procedimiento constitucional. El Perú y la sabiduría constitucional había dado la salida democrática a la crisis política y social del país. Lo cierto también es que continúa la pandemia con sus pruebas rápidas asesinas, las muertes, la economía contraída, el desempleo y el acecho del hambre, a esto le agregamos que un puñado de desadaptados quieren imponer la anarquía y el miedo frente a la falta de autoridad del gobierno, no dejemos que dinamiten a nuestra PNP, la pandemia y el genocida junto a su corte de ministros cómplices, son responsables de más de 90 mil muertes de las cuales ya comienza a responder. Así también, tendrán que responder los que armaron las desapariciones, que nunca se verificaron y la exhaustiva investigación de la muerte de dos jóvenes en medio de la manipulación de fuerzas que aspiran la impunidad y el interés de hacerse del presupuesto para sus publicidades y planillas.
El país requiere que todo se esclarezca de inmediato y se garantice una verdadera y transparente transición democrática de la patria, esto pasa por llevar a cabo el proceso electoral de forma impecable.
La justicia social a la espera, sin totalitarismo ni impunidad. Atención inmediata a la estabilidad económica, atención y promoción a la inversión.
Los pobres y la clase media emergente no somos un puñado de turba y borregos, somos los más de 15 millones de peruanos que requiere de paz social y desarrollo de nuestro país.
Apostamos por el fortalecimiento democrático y por las libertades de los más de 33 millones de conciudadanos. Todos por la libertad, no a la dictadura totalitaria.
*Abogado – Analista político
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