El Madrid se proclama campeón con un gol de Modric, de nuevo el mejor, y otro de Karim Benzema de penalti. Además, el Athletic falló una pena máxima

En la previa del partido, el técnico del Real Madrid conformó su ataque con Rodrygo (Valverde, 64′), Vinicius (Marcelo, 85′) y Benzema. Asimismo, Carlo Ancelotti formó su mediocampo con Casemiro, Modric y Kroos. En cambio, el entrenador del Athletic Bilbao decidió atacar con Muniain (Serrano, 80′); Iñaki Williams y Sancet.

En la primera parte, un disparo desde la frontal de Benzema desvió Unai Simón, al Madrid le costó generar peligro. Asimismo, Vinicius apenas pudo escapar de la vigilancia de De Marcos. Y conste que la salida venía desde la izquierda, con la delicadeza de Kroos en cada primer toque, incluso en su propia área. No fue extraño que el 0-1 naciera en una salida inmaculada del alemán. Por ello, Rodrygo trazó una diagonal desde la derecha, se llevó pegados a cuatro jugadores del Athletic y acabó abriéndole un hueco a Modric, que metió una rosca de derecha imparable.

En la segunda parte, el Athletic buscó nuevos bríos con la entrada de Nico Williams, el héroe ante los colchoneros, pero se encontraron con la sentencia blanca tras unas manos de Yeray dentro del área que, esta vez sí, fueron alertadas desde el VAR por Medié Jiménez. Por consiguiente, Benzema transformó la pena máxima con un chut muy ajustado pese a que Unai Simón le había adivinado la intención. Y aunque quedaba media hora por delante, el partido se diluyó.

Por último, el Athletic tuvo una ocasión perfecta para abrir el partido, con un penalti por mano de Militao señalado desde el VAR que supuso la expulsión del brasileño. Luego, Courtois se midió a Raúl García, aguantó el remate y sacó con una pierna larguísima, eterna, para desviar el remate. La guinda a una Supercopa blanca. El primer título de la temporada viaja rumbo al Bernabéu. Solo sonó una balada triste de trompeta.