Por: César Sandoval / El pueblo se desangra entre la pandemia y el hambre. Este gobierno presidido por el accesitario Martin Vizcarra, quien no tiene la capacidad de reacción y el más mínimo reflejo, de quien su mediocridad es obvia para mitigar o implementar un plan estratégico inmediato sobre el COVID-19, del que se viene el repunte de la segunda ola y la hambruna popular, acompañado de la inmisericorde e indolencia de la improvisación de los Alcaldes y el ejecutivo, que les arrebatan (roban) su mercaderías a los trabajadores ambulantes que comercializan sus productos, para llevar un pan o un tarro de leche a casa. Chile reportó en las últimas 48 horas, 3.695 casos nuevos COVID-19 y 54 fallecidos, sumando 90.638 contagiados y 944 muertos. Y se encuentran muy preocupados. Sin embargo, en el Perú ya vamos más de 150 mil contagiados y más de 4 mil muertos, más de 4 veces el número de muertos que Chile y el doble de Ecuador.
El Gobierno insensato implementa, impone protocolos a los comedores populares, les exige
comprar refrigeradoras, pero no tienen dinero, tampoco electricidad, ni agua potable, ya que el Gobierno no ha atendido hasta hoy a los más de 10 millones de Limeños de los asentamientos humanos con agua y desagüe, negándoles la posibilidad de alimentarse. Según Programa de Las Naciones Unidas para el Desarrollo, 6 de cada 10 hogares peruanos viven en situación de vulnerabilidad ante el COVID-19 por no contar con agua potable ni ingresos. Por otro lado, las benditas Farmacias aprovechándose de la necesidad de la persona y de la pandemia, elevan sus precios de manera inmisericorde, acaparamiento y especulación, poniendo el mercantilismo por encima de la salud y la vida. El balón de oxígeno cuesta 6,500 soles, es decir, se les niega el aire a los pobres. Los asaltos y la violencia se han incrementado, hay un desgobierno en nuestro país.
Vizcarra, con sus escándalos de corrupción con ODEBRECHT, corrupción en la PNP, en MINSA, etc., además de sus consultorías con la farándula, solo atina a seguir improvisando, el crecimiento exponencial de contagiados y muertos por el COVID-19. No encuentra meseta, sólo hay pico y estas semanas donde se prevee una segunda ola de repunte de la pandemia, será dramático y con un gobierno, inhumano, incapaz, inepto, solo nos queda cuidarnos, defendernos de la pandemia, del hambre, de la delincuencia y del mismo gobierno y su banda de asaltantes del presupuesto general de la República. Estamos frente a la insensatez, a la ineptitud, a la corrupción, y a la inmoralidad de la irresponsabilidad del felón, pérfido e indolente.
(*) Abogado y consultor político
