El mitómano compulsivo de Vizcarra fue descubierto, él se vacuno junto a su esposa a espaldas del pueblo el año pasado. Ha evidenciado, su plan siniestro e inhumano, nunca compró la vacuna y hasta hoy no se compró ninguna planta de oxígeno. Pero además, ha cometido infracción constitucional, delito penal y, como todo dictador, tomó por asalto a las instituciones como el Ministerio Público, El Poder Judicial y evidentemente al Jurado Nacional de Elecciones que con concha y cancha lo dejan seguir corriendo como precandidato al congreso habiendo violado la ley orgánica de elecciones.
Es lamentable, que el presidente Sagasti, con su silencio sepulcral, cómplice de los actos indescriptibles, inescrupulosos y oscuros de Vizcarra, no haya tomado ninguna acción legal frente al “ensayo cínico” de la vacunación de Vizcarra y su familia. Sagasti aplaude la deserción de la Mazzetti pero no explica porque se va (la bota). Esto es realmente, un gobierno sin autoridad y cómplice del responsable de las muertes de más de 120 mil peruanos.
Compatriotas, el Perú está sumergido entre la pandemia, la corrupción y el asesinato descarado y abierto de nuestros dos últimos presidentes de ideología comunista y anticristiana.
Ocho millones de desempleados, no hay crecimiento económico, miles de contagiados por el COVID-19, miles de muertos por el coronavirus; todo esto diseñado por el nuevo orden mundial de ideología comunista, marxista, leninista; y en el Perú con el aval de Abimael Guzmán, el presidente Gonzalo, cuyos discípulos como Forsyth, Verónica Mendoza, Julio Guzmán, el cura Arana, etc. Se esfuerzan por llegar al poder y destruir la patria.
Los empresarios mercantilistas aplauden ingenuamente estas acciones y estas propuestas a sabiendas de que traen estatismo, expropiación, robo y muerte; estos serán víctimas de sus propias promociones.
En la actual coyuntura, asumamos nuestro compromiso con nuestro Perú, devolviéndole la institucionalidad, la autonomía a los poderes del estado. Es decir, actuemos en estado de derecho con democracia y justicia social. El comunismo representa la destrucción del Estado, la pobreza y la muerte. Le propongo al país el repudio y el rechazo a quienes viven generando ONGs para destruir la patria.
Apostemos por la inversión, por la salud y la vida, por una patria libre y democrática porque sobre nuestra conciencia recaerá la responsabilidad del próximo quinquenio.
El desarrollo del Perú con responsabilidad, con rumbo, con justicia social está en nuestra desicion.
*Abogado- Analista político.
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